EEC es el acrónimo de European
Ecommerce Conference que este año se ha celebrado en Bilbao. De ahí que el
hastag del evento fuera #EECBilbao. El programa resultaba prometedor y la
organización tuvo a bien invitarme al evento (muchas gracias a los chicos de Adigital), así es que hice las maletas
y me encaminé a Bilbao.
Os podría dar envidia mala
diciendo que ha hecho unos días fabulosos en Bilbao, que se come muy bien y que
las ponencias fueron muy interesantes pero lo que realmente quiero hacer es
compartir cuatro reflexiones (los abogados tendemos a escribir como si no hubiera un mañana, así es que sí: sólo cuatro) sobre las cosas que allí se hablaron. Allá voy:
Reflexión primera: el mundo ha
cambiado, está cambiado y cambiará en los próximos años de una manera
dramática. A través de internet y la tecnología asociada que hemos pasado de
tener en casa (nuestro ordenador), a llevar en el bolsillo (¿qué haríamos hoy
sin nuestros smartphones?) a vestir (cada día me gusta más mi Fitbit). No sólo
la economía sino las relaciones sociales, laborales y políticas están
evolucionando hacia una mayor interconexión y transparencia que trastoca
absolutamente todo. Un ejemplo tonto de lo que se comentó: los negocios tradicionales que deben incorporarse al entorno digital o su
supervivencia se verá comprometida porque los nuevos consumidores viven
conectados a internet. Quizás no haga falta montar una web de ecommerce en
todos los casos pero desde luego todos los negocios deberán contar con una
estrategia digital de un modo u otro. Oigo habitualmente quejas sobre la
imposibilidad de competir en precio con estructuras como Amazon. Siempre
respondo lo mismo ¿qué puedes ofrecer tú que no ofrezca ese otro? Potencia eso
en tu comunicación y en el proceso de venta. De hecho la realidad que detecto
en Madrid es que se está potenciando (incluso por internet) lo local, la
cercanía, el volver a la tienda de barrio y de confianza. Hay establecimientos
que no venden online ni entregan a domicilio pero han delimitado su clientela a
la que está alrededor de su establecimiento y ofrecen calidad, cercanía y
experiencia. Amazon ofrece otras cosas. Es el cliente el que decide.
Reflexión segunda: internet como
elemento facilitador de la economía colaborativa es una realidad a la que las
estructuras tradicionales deben hacer frente. Por ponerle nombre: Uber y Airbnb
estuvieron en las Conferencias con una charla cada uno. Crucé algunas ideas a
través de twitter con taxistas y otros asistentes en la sala. De esas
conversaciones y otras que he tenido en diversos foros he terminado por
concluir que 1) plataformas como Uber o Airbnb facilitan una economía distinta
en la que las personas intercambian directamente bienes y servicios sin
necesitar la supervisión estatal y que 2) existen sectores tradicionalmente
blindados que están sufriendo un tsunami debido a la competencia de precios a
la que no pueden hacer frente como sector ampliamente regulado y 3) el usuario
es libre y viajará como le dé la gana igual que pasó con RyanAir y las aerolíneas
tradicionales, podremos criticar RyanAir pero la realidad es que no les faltan
viajeros. Es decir, adaptarse o morir, quizás en un mundo en el que los
usuarios pueden elegir entre distintas ofertas la regulación más efectiva sea
la del propio mercado y los actores deberán poner en valor sus diferencias.
Volviendo a las aerolíneas: Iberia ofrece unas cosas y RyanAir otras y ambos
tienen su público.
Reflexión tercera: queda
muchísimo por hacer. Ya no vale con tener una web, ni siquiera con que te encuentren
en Google: el móvil es la última frontera. Por un lado los usuarios compran
cada vez más desde el móvil a la vez que sabemos que el 95% de las compras en
móvil se abandonan debido al mal diseño del proceso de finalización de la
compra. El móvil no es el PC, el diseño que funciona en uno no funciona en otro
y si lo entendemos y conseguimos recuperar parte de ese 95% de abandonos
estaremos ganando un montón de pasta. Mi consejo personal: fichen a un chaval
por debajo de 20 años para testear cómo de bueno es el proceso porque ellos son
móviles por naturaleza e incorporen a personas de negocios y finanzas
experimentadas (es decir: por encima de 45 años), aprenderán mucho los unos de
los otros y les proporcionarán una visión mucho más completa.
Reflexión cuarta: se hacen cada
vez más necesarias las iniciativas público/privadas de apoyo al emprendimiento
y la innovación a través de viveros de empresas, aceleradoras y desarrolladoras
de start-ups. La experiencia nos enseña que son los países que más invierten en potenciar y atraer talento creativo los que mejores cifras económicas. En este sentido se presentó en Bilbao una iniciativa del Gobierno
Vasco francamente interesante que es KBiDigital
y que recomiendo visitar a todos los que quieran emprender y no tengan
inconveniente en mudarse a Euskadi donde he podido comprobar que hay una
estupenda calidad de vida.
En definitiva: la presencia
digital constituye una necesidad de primer orden para el comercio de cualquier
tamaño. Y ese comercio, además, el móvil. Es un reto apasionante y tenemos 12
meses por delante hasta la próxima edición del EEC. El año que viene más.